Ahora Sí Tiene Nombre

Hizo una tarde muy desapacible, las típicas de levante de Ceuta, aunque la lluvia respetó el acto; estaba impaciente por caer, pero parece que hubo conjunción entre los deseos de los que allí estábamos y los caprichos de la naturaleza. Era lo justo, de otro modo, hubiera quedado deslucido y "Ella" no se lo merece.

A los dos años de la aprobación de dedicar una plaza a la memoria de la política más querida y completa que ha dado esta ciudad, su hija Izaskun, ha tenido el honor y el privilegio de descubrir la placa que lleva el nombre su madre: Plaza Mª del Carmen Cerdeira Morterero. Nunca la he visto tan emocionada, aunque no era para menos; le dedicó unas breves y bonitas palabras en las que explicó lo que ha representado su madre como persona y como política, y su gesto nos conmovió a todos, pues era una mezcla de admiración, orgullo y dolor.

Fue un acto muy emotivo. Aparte de familiares, amigos, autoridades locales y compañeros de partido, vinieron otros políticos que estuvieron muy allegados a ella expresamente para la ocasión. Buena prueba de lo querida que era. No eran todos los que estaban, ni estaban todos los que eran, pero al fin y al cabo, la inauguración de una plaza que recuerde para siempre a una persona que lo dió todo por su ciudad, une a las personas aunque no compartan la misma ideología.

Es una plaza muy bonita, infantil y con olivos; así que el simbolismo es perfecto. Si había una persona conciliadora, diplomática y pacífica, esa era Mª Carmen, y como todos sabemos el olivo es el símbolo de la Paz. La paloma de la Paz se representa con una rama de olivo, por tanto, no podían haber escogido mejor ubicación ni decorado para su recuerdo.

Siempre fuiste muy precoz en todo. Para ser madre, política, para sufrir la pérdida de una hija, para irte de esta vida y, por consiguiente, para tener una plaza que te recuerde. Siempre pensamos que estos homenajes se les dan a personas muy mayores con una larga e intensa vida que se han significado por algo, pero tu vida fue intensa y condensada, por eso nos pilló por sorpresa todo. No era tu turno, no te tocaba, pero la muerte no pide permiso. Eso, a los que te quisimos nos duele, pero también nos consuela y reconforta todo el reconocimiento que te están dando porque si hay alguien que se lo merece, esa eres Tú.

Terminó el acto, hubo fotos, lo normal en estos casos, y nos fuimos retirando con una sensación agridulce. Agria, porque acabábamos de homenajear a un ser querido que ya no está, y dulce por saber que el recuerdo de Mª Carmen perdurará para siempre en una plaza donde los niños le irán dando vida día a día.

Ahora sí puedo decir a boca llena que "Ya tiene nombre".