domingo, 25 de abril de 2010

De juzgar a ser juzgado




No sé de leyes, no entiendo los entresijos de la Justicia, pero mi sentido común me dice como a otras muchas personas, que no tiene pies ni cabeza que se siente en el banquillo a un Juez como Garzón, que ha prestado un excelente servicio a la democracia en España, porque no tomó las decisiones adecuadas en las diligencias para investigar crímenes del franquismo, además iniciadas a petición de las víctimas. Y aún lo veo más incomprensible cuando ésto lo lleva a cabo un Magistrado del Tribunal Supremo a petición de Falange Española y Manos limpias (sindicato formado por un colectivo de funcionarios públicos "independientes").


Garzón, Magistrado de la Audiencia Nacional, va a ser investigado por un presunto delito de prevaricación al iniciar sin competencia legal, una causa por las desapariciones tanto en la guerra civil como en el franquismo. Puede que haya cometido algún error, algo debe haber para que se haya formado todo este revuelo, pero de ahí a sentarlo en el banquillo, no lo veo justo; no es de recibo que un Juez conocido por luchar contra la corrupción, el terrorismo y el narcotráfico, pase ahora a ser juzgado por haber cometido algún error al instruir una causa. Algo debe estar pasando en el poder judicial para que se den estas situaciones.


¿Por qué el Tribunal Supremo ve indicios delictivos en ésto y no en la orden de detención a Pinochet o en el procesamiento de torturadores argentinos? Eso lo han hecho otros jueces tanto de la Audiencia Nacional como del mismo Tribunal Supremo.

¿Se imaginan lo que pasaría en Alemania si el Tribunal Supremo Alemán decidiera procesar a un juez por intentar investigar el holocausto judío? La cosa cambia porque estamos hablando de España, de este país nuestro en que la historia más reciente todavía tiene un peso importante a todos los niveles, y escuece mucho cuando se husmea en ella.


Al menos, al Juez Garzón le queda la esperanza de ver el apoyo popular que tiene, pero como en todo últimamente, se ve de una manera muy clara la división de las dos Españas (cosa que me preocupa). Todos sabemos que hay que acatar la decisión de la Justicia, pero como ciudadanos libres y libres pensadores, podemos manifestar nuestra disconformidad. Reflejo de ello son las diversas concentraciones que se llevaron a cabo ayer día 24 de abril en casi todas las capitales de España y de Europa.


Sólo espero que esta decisión de sentar en el banquillo a Garzón no sea el final de su carrera.

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