sábado, 20 de febrero de 2010

Por sus gestos los conoceréis...


Ayer, la prensa mundial, se hizo eco de una imagen del ex-presidente Aznar, haciéndole una peineta a algunos universitarios en Oviedo. Acto resultante de gritos e insultos hacia su persona. Este hombre, que no puede aceptar no ser el ombligo del mundo, no tuvo otra cosa que hacer para responder a los que no lo quieren o no lo aceptan.


Ya estamos acostumbrados a salidas de tono contínuas de este personaje, porque está dando lugar a que se le llame así. En diferentes actos públicos ha hecho gala de su buen talante cuando no comparte la misma idea; en la mente de todos está el discursito sobre el vino cuando las campañas de tráfico sobre el alcohol, y sus sarcasmos ridiculizando públicamente a su delfín Rajoy.


Está perdiendo el norte totalmente, si es que alguna vez lo encontró. No sabe que un ex-presidente es un ejemplo exactamente igual que un presidente, y una referencia a seguir, y más aún, ahora que su partido está intentando convencer a los españoles de que deben votarlos porque son los únicos que nos pueden sacar de la crisis. Flaco favor le está haciendo al PP con su actitud. Si esto es un ejemplo, vaya usted a saber lo que nos espera si gobiernan otra vez.


A mí no me pilla de sorpresa, yo siempre lo he visto como un déspota, incongruente, inmaduro y oportunista que llegó al poder ( aprovechando las horas bajas del Gobierno de Felipe González debido al desgaste de muchos años de mandato y a situaciones políticas adversas) con su célebre frase de: "Váyase Sr. González, váyase". Aún hoy me retumba y me produce naúseas.


Hasta sus colegas que formaron el trío de las Azores, aguantan mejor las críticas, merecidas por cierto, por llevarnos a una guerra con mentiras. Hace poco tiempo, Tony Blair se enfrentó a una manifestación en donde lo más bonito que le dijeron fue mentiroso, asesino, criminal de guerra, y ahí está, no hizo nada, como debe ser. En cambio Aznar demuestra constantemente, que no sabe perder. Encima de que ha creado una fundación con el dinero de los contribuyentes, va a otros países a hablar mal del nuestro, cobrando suculentos dineros, y cuando habla aquí, nos hace esta clase de gesto. La próxima vez que vaya a un acto público, que exija un casting previo, para cerciorarse que todos los que van opinan como él.


Si el PP es así, no quiero ni imaginar lo que nos queda... Entre la peineta de Aznar y el hijoputa de Aguirre, vamos a estar gobernados por gente antidemocrática que no admiten que los que no tienen sus mismos pensamientos se manifiesten de alguna manera. Con esto no quiero decir que esté de acuerdo con los insultos y con las desacalificaciones, pero el ser un personaje público es lo que tiene, y deben soportarlo estoícamente, como soporta Zapatero año tras año, los insultos en el desfile de las Fuerzas Armadas.

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