Si hacemos un recorrido por las calles de Ceuta, podemos comprobar entre otras cosas, que las marquesinas en las paradas de autobuses, brillan por su ausencia, y las que hay, está deterioradas, (sirva como ejemplo la del morro); o las de reciente instalación, ya tienen la huella de diversos actos vandálicos.
Son pequeñas, demasiado diría yo. No cubren el objetivo para el que están destinadas, que es resguardar a las personas mientras están esperando, pues ni están cubiertas lateralmente, con la consiguiente entrada de lluvia y viento; ni hay espacio suficiente. Sentadas, más de tres personas no caben, y de pié, no muchas más. En lo que sí han acertado ha sido en el material, ya que son de acero inoxidable, dado el especial clima de nuestra ciudad.
Con esto no creo que el Sr. Viceconsejero de Equipamientos Urbanos y Dotación, se haya dado por satisfecho. No responden para nada a las exigencias del pueblo. Por no decir, la cantidad de ellas que aún no tienen ni esas, o sea, que están al aire libre, y sin ninguna información de horarios y rutas.
Vamos a dejarnos ya de despilfarros en adornos: esceso de luces en fiestas, pascueros a miles por toda la ciudad, que duran dos semanas…, y pónganse a la mayor brevedad posible y antes de los rigores del próximo verano, a la instalación de marquesinas en todas aquellas paradas de autobuses que las necesitaran, de manera que los vecinos de los distintos barrios, puedan estar protegidos de las diversas inclemencias del tiempo mientras esperan la llegada del autobús. Y si es posible, con paneles de información variable sobre la frecuencia de las líneas.
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