sábado, 7 de mayo de 2011

El Hoyo nº 19











Hoy, como tantos otros días, nos hemos levantado con una triste noticia: Severiano Ballesterios ha fallecido. Otra persona llena de vida, de entusiasmo, de proyectos, nos ha dejado víctima de un cáncer con el que llevaba luchando casi tres años. Esta maldita enfermedad que está acabando con la vida de tantas y tantas personas, sobre todo jóvenes, se ha llevado a un hombre que por lo que ha representado en el deporte, ha sido ejemplo para todos y sobre todo para los deportistas españoles actuales, que vieron en él, al ídolo al que seguir y tratar de igualar.





Todo el mundo del deporte ha quedado impactado por esta lamentable noticia. Este deportista hizo en su día que los españoles nos aficionáramos al golf, y nos quedáramos pegados a un televisor para verlo fuera cual fuera la hora en la que televisaban un torneo. Nos hizo vibrar con sus triunfos, y con su tesón y su fuerza, como ahora lo hacen otros tantos. Y también a nivel humano nos hizo admirarle, pues de la nada pasó a lo más alto sin renegar nunca de sus raíces y su cuna.





Seve, tu estabas acostumbrado a pasear por los campos de golf, a recorrerlos en cada torneo, a casi saberte de memoria el camino entre hoyo y hoyo, y a esquivar con tus golpes las dificultades y obstáculos que te encontrabas con tu infatigable espíritu de lucha. Pero la vida te tenía preparada una trampa, una trampa llamada cáncer, que para tí ha sido el hoyo 19. Este hoyo, desconocido por lo repentino que se produce, no es un hoyo al que se le pueda vencer fácilmente con una buena jugada, este hoyo te atrae y te absorbe hasta meterte en su gran agujero que te destruye y te mata.





Cuando un día después de acabar tu jugada en el hoyo 18, por sorpresa te tropezaste con este nuevo hoyo desconocido para tí, creiste que lo podrías vencer como a los demás, y que acabarías poniendo la bandera del triunfo, pero el hoyo ha podido contigo, eso sí, le ha costado llevarte a su terreno. Se ha acabado tu tiempo, pero no tu recuerdo, ni el reconocimiento de todo un país que es el tuyo, ni el del mundo entero que hoy te llora y se hace eco de tu muerte.





Entre todas las cosas que se han dicho sobre tí, me quedo con una frase de Mercedes Milá en la que dice: Gozó como nadie y ha sufrido como todos. Y por mi parte, sólo desearte que Descanses en Paz y darte las gracias por haberme hecho pasar tan buenos ratos viéndote competir.

2 comentarios:

Paco dijo...

Muy bonita la comparacion del cancer con el hoyo 19. Me gustaria que el dia que me muriera alguien escribiera algo asi de mi. Un saludo mistica.

Anónimo dijo...

Una gran pérdida. Este hombre se merece todos los homenajes que le hagan y más.

 
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