
Por fin, en medio de tanta crisis, tantos sucesos, tanta desgracia, tanta violencia, tanta pelea, tanto desacuerdo, tantos accidentes…, leo en la prensa, algo que me ha emocionado. Algo que creo que es totalmente merecido: poner el nombre de CARMEN CERDEIRA MORTERERO a una plaza de Ceuta, concretamente, una placita que se ha construido en Serrano Orive /Cine África .
Puede ser que si siguiera con nosotros, no le hiciera mucha gracia la idea, pues era poco amiga de grandes reconocimientos, pero al no estar y no poder opinar, lo hacemos los que tuvimos la gran suerte de conocerla y ser su amiga.
Cuando se fue, se escribió mucho y se le hicieron varios homenajes, mezclando lo personal con lo profesional, que no es poco. Pero yo sólo voy a hablar de “ella”, de la persona, y no sé como me atrevo a decir “sólo”, porque ya eso, es demasiado.
La conocí de niña; estuve con ella cuando se hizo mujer, cuando fue novia, madre, esposa, animal político (porque lo era, y no llegó aún más lejos, porque sus circunstancias personales no se lo permitieron), cuando era una mujer abatida y a la vez con un coraje y una fuerza inusuales debido a la pérdida de su hija, cuando le diagnosticaron su enfermedad, cuando se curó y cuando otra vez, esa cruel enfermedad apareció y vino por ella.
Y puedo decir sin temor a equivocarme que si alguien se merece una calle, o cualquier otra cosa en esta mi ciudad, y la suya, CEUTA, es ella, CARMEN. Porque podía gustar más o menos, se podía estar de acuerdo o no con sus ideas, pero lo que es innegable es que a nadie dejaba indiferente.
Nos dejó tan pronto, que quizás por parte de las personas que la queríamos tanto, no nos dio tiempo a decirle todo lo que nos hubiera gustado, pero ella lo sabía, no hacía falta. Sí me despedí de la mejor manera posible, estando juntas, riéndonos, recordando gamberradas, y haciendo planes de futuro…
No te has ido, no te fuiste, te has alejado un poco, pero ya te encontraremos, y con este reconocimiento, te tendremos aún más presente, y tu nombre perdurará, generación tras generación, ya que va a ser un lugar donde jueguen niños y mayores.
A mí tampoco me gustan mucho estas cosas, pero reconozco que ha sido muy acertado, y felicito la idea. Porque como alguna vez leí: “Cuando se aprende a llorar por algo, también se aprende a defenderlo”.
Siempre estarás aquí, entre nosotros, y ahora más y con más motivo.
TE ECHO DE MENOS.
1 comentarios:
bravo
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