domingo, 19 de abril de 2009

Se ha ido la reina de la novela rosa




Si digo que este mes de abril, nos ha dejado María del socorro Tellado López, la inmensa mayoría se preguntará, ¿quién es?, pero si digo que nos ha dejado Corín Tellado, todo el mundo sabe de quien hablo. Lo leí el otro día, pienso que la noticia no se ha tratado como se merecía, y motivos hay para hacerlo.

Es verdad que su literatura estaba considerada como rosa, pero eso no quita que tuviera una importancia capital en la época que le tocó vivir, es más, aún hoy, seguía escribiendo y cosechando éxitos, pues unos días antes de morir publicó su última novela.

Puede que no le gustara a todo el mundo, y que los literatos la consideraran escritora de segunda categoría por la temática de su obra, pero lo que es indudable es que nadie puede negar que fue una mujer valiente que rompió moldes. Figura en el libro Ginnes de los Récords como la autora más vendida en el idioma español, y la UNESCO declaró que era la autora más leída en castellano después de la Biblia y Miguel de Cervantes.

También es la más prolífica, porque en su gran carrera literaria publicó unas 4.000 novelas, y no sólo románticas, sino también cultivó el género erótico, aunque eso sí, bajo un seudónimo (Ada Miller). Fue importántisima su obra, porque ayudó a muchas mujeres a introducirse en el mundo de la lectura. En los años 40, 50, y 60 en los que las mujeres estaban educadas casi exclusivamente para ser madres, esposas y amas de casa, casi sin acceso a estudios, era una manera de tener contacto con los libros, aunque fueran novelas rosas. Quizás esta clase de lectura les sirvió para conformarse con la vida que les había tocado, al ver que las protagonistas tenían una similar, pero claro, con final feliz siempre, cosa que en la realidad, no era igual.

¿Quién no recuerda a su madre o a su abuela leyendo una novela de Corín Tellado? ¿Y quién no recuerda a su padre o a su abuelo leyendo una novela de Marcial Lafuente Estefanía? Era otra época, no por eso menos importante, en la que hasta la lectura tenía sexo, estaba muy delimitada la lectura femenina y la masculina. Pero vuelvo a repetir, que al menos, tienen el mérito de hacer que millones de personas se engancharan a ella. Eso te deja un pozo, que con el tiempo hace que te guste leer y vayas introduciéndote en otros temas.

El éxito de esta mujer que nos ocupa puede ser la identificación con mujeres corrientes. Por eso creo que no se ha valorado lo suficiente su pérdida, ya que hablamos de un fenómeno sociocultural (tal como la definió el escritor peruano Mario Vargas Llosa). Se la considera como la reina de la novela rosa, la equivalente española a la británica Bárbara Cartland. Esta última sí estaba reconocida en su país, la invitaban a la televisión contínuamente, hasta su muerte estuvo muy considerada. Corín Tellado, sí ha estado también reconocida, pero por otro lado, yo creo que en el ánimo de los “intelectuales” estaba un poco subconsiderada por el tema de sus novelas. Digo yo, que cuando alguien alcanza esos niveles de ventas, de seguidores, de reconocimientos a nivel mundial, ¡Por algo Será! No le quitemos la importancia que tuvo. Y es que España, a veces, tiene estas cosas. Cuando se escribe, se hace para que te lean y para trasmitir algo, no hay que menospreciar nada pues todo tiene su mérito.

A mí me basta ver como gracias a ella, mi madre, aún sigue con la costumbre de leer un rato todas las noches antes de dormir. Eso me llena de orgullo y satisfacción, y le doy las gracias desde aquí por haber contribuido a ello.

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